Es el día del Pinot Grigio, y en una charla con Juan Pablo Murgia, hacedor de este varietal, nos cuenta cómo es, dónde se hace, y por qué la oferta de vino blanco crece sin prisa pero sin pausa.
El 17 de mayo se celebra el día del Pinot Gris: un vino blanco especialmente particular, y quizás uno de los que en Mendoza aun se considera «extraño», o fuera de lo común.
Se trata de un blanco ligero, limpio, que a la vista tiene un color amarillo dorado. Proveniente de Borgoña (Francia), es de una cepa que ya ha logrado insertarse y crecer en viñedos en todo el mundo. En nariz, quienes lo caracterizan hablan de que pueden captarse notas de miel, vegetales, sotobosque, ahumados y frutas exóticas. En boca es común encontrar buen cuerpo, acidez ligera y notas de limón, manzana verde y nectarina.
La variedad Pinot Gris, Pinot Grigio en italiano o Grauburgunder en alemán, es un clon del Pinot Negro o Noir. Las bayas, generalmente son de color azul-grisáceo, aunque también pueden ser marrón-rosado. Se la considera una uva rosada fina apta para elaboración de vino.
La palabra «pinot» viene del francés pine cone, que significa «piña» y puede deberse a que los racimos tienen esa forma. El tono grisáceo en su color le da también el nombre. Son vinos que poseen una acidez moderadamente baja y un buen tenor de alcohol, así como una textura aceitosa que contribuye a que tengan cuerpo. También se nombra como descriptores frecuentes a los aromas a frutas tropicales, como melón y mango.
Para charlar sobre este particular vino, le robamos unos minutos a Juan Pablo Murgia. Como Director de Enología del Grupo Avinea, Juan Pablo es el responsable de la elaboración de los vinos de cinco bodegas: Argento, Otronia, Cruz de Piedra, Pacheco Pereda y Cuesta del Madero, con una capacidad de 32 millones de litros que se exportan a más de 50 países. Fue además y en su momento elegido «Enólogo Joven» del año por Tim Atkin y «Winemaker del Año» por la prestigiosa Guía Descorchados.
FEDERICO CROCE
17/05/2024 Fuente
