Este 17 de abril, celebramos el trabajo y la dedicación que llevó al Malbec a ser una variedad reconocida a nivel internacional. Similar al camino del capitán de la Selección Argentina de fútbol, a veces hace falta un poco de tiempo y perseverancia para consagrarse como un auténtico campeón del mundo. PorAlejandro Vigil El camino a “ser eterno” no es nada fácil: se transita con esfuerzo y perseverancia; a veces con momentos de gloria, otros de tenacidad pura para no bajar los brazos y seguir adelante. Afortunadamente, en la edición N°13 del Malbec World Day podemos levantar nuestra copa de vino y brindar en honor al éxito y reconocimiento internacional que cosechó el Malbec argentino en los últimos años. Pero fue un trayecto largo y arduo hasta que esta cepa logró convertirse en un emblema de nuestro país. Tanto que me recuerda a la historia de superación de otro campeón del mundo indiscutido: Lio Messi. Al igual que el Malbec, Messi no nació como capitán de su categoría. Luego de brillar en la Sub-20, debutó en la Selección Argentina mayor en 2005: con el número 18 en la espalda, entró a la cancha lleno de adrenalina a jugar su primer amistoso con Hungría. Aunque Argentina venció, al futbolista lo expulsaron a los 47 segundos por un codazo. No es exactamente un primer paso ganador, pero todavía quedaba mucha historia por contar. La llegada del Malbec al suelo argentino tampoco fue un debut triunfante. La cepa la trajo el agrónomo francés Michel A. Pouget por pedido de Domingo Faustino Sarmiento, con la idea de llenar los campos de Mendoza y San Juan de racimos para un cultivo innovador y variado. El 17 de abril de 1853, hoy conocido como el Día Mundial del Malbec, se fundó la Quinta Normal de Agricultura y se firmó un proyecto para impulsar la vitivinicultura que cambiaría la industria nacional para siempre… Pero a la uva de la ciudad de Cahors le costó adaptarse por la falta de agua y mano de obra escasa para la producción. Sin embargo, apasionados como Pouget no desistieron e hicieron crecer una variedad de frutos más pequeños y compactos que la versión francesa original. Con tiempo y constancia, logró propagarse y dar un vino de color oscuro, con un sabor intenso y afrutado. Sabían que tenían un producto de calidad y propio de la tierra cuyana. De la misma manera, el futbolista hizo su primer gol en un mundial ante Serbia y Montenegro en el 2006. Pero, aunque “La Pulga” se destacaba y dejaba todo por la Selección, hubo altibajos: el DT José Néstor Pekerman lo dejó sentado en el banco en cuartos de final y vio de brazos cruzados cómo su equipo quedaba descalificado por penales. Pero esto era sólo el inicio. En 2009, se calzó su característica camiseta número 10 para seguir gambeteando y recorriendo canchas internacionales. Demostró que el sueño de ganar un mundial seguía vigente, aunque más tarde quedó eliminado en cuartos de final del Mundial Sudáfrica 2010 y el último partido de Brasil 2014. El talento no faltaba: Messi ganó el premio a Mejor Jugador de la Copa América 2015, pero lo rechazó luego de que Argentina perdiera por penales contra Chile. No quería buscar ningún trofeo, lo que él deseaba era una victoria con la albiceleste. El mismo escenario se repitió en la Copa América Centenario 2016, cuando erró un penal decisivo del último partido. Luego de cuatro finales perdidas, el 27 de junio el capitán anunció con tristeza lo que nadie quería oír: “Se terminó para mí la Selección”. A veces, el trabajo y la capacidad no alcanzan. Las fincas de Mendoza rebosaban de oportunidades para sorprender con un producto nacional robusto y diferente. En 1858, los vitivinicultores recibieron la amarga noticia de una falta de presupuesto importante. Las políticas públicas ya no acompañarían al Malbec y la Quinta Normal de Mendoza cerró definitivamente, dando fin al proyecto nacional para impulsar la producción de vino. Pero donde hay un sueño, siempre queda un último aliento para cumplirlo. Pouget continuó experimentando con nuevas variedades y cultivando Malbec dentro de su emprendimiento privado. Confiaba que esta uva tenía mucho para dar y trabajó en ella hasta el día de su muerte, el 29 de noviembre de 1875. Casi un siglo después, en 1962, el avance en la industria hizo que el Malbec Argentino creciera en 58.577 hectáreas y representara el 22,5% del total de vid en el país. En 1995, la cepa sufrió su peor momento: se erradicó el 83% de la superficie de Malbec y se redujo a 9.746 hectáreas, las cifras más bajas de toda su historia. Con perseverancia, la vitivinicultura en general se recuperó hasta volver a su auge tradicional y la estrella del país era el Malbec: en 1974, se hizo la primera exportación a Estados Unidos, y trepó gradualmente a 16.350 hectáreas en el año 2000. El conocimiento e innovación de los equipos de enólogos/as e ingenieros/as agrónomos/as hicieron que esta cepa se ganara un lugar emblemático entre los vinos tintos argentinos y lideró las exportaciones nacionales durante décadas. Tanto que el 24 de noviembre de 2010 se declaró al vino como la bebida nacional. Volviendo a Lionel, anunció su vuelta a la Selección Argentina dos meses después de su despedida. Jugó en el Mundial Rusia 2018 y la Copa América 2019 en Brasil; ambas terminaron en derrotas. Pero la Copa América 2021 lo recibió con 34 años, más maduro y experimentado, con la mirada fija en el premio. Subido a la Scaloneta, la estrella mundial del fútbol coronó a la Selección Argentina con su primer título después de 28 años, con una seguidilla histórica de partidos invictos. Luego de 170 años de la llegada del Malbec a la Argentina, este vino recorre el mundo. Su textura suave y aterciopelada encantó los paladares de los extranjeros y recibió elogios por parte de Master of Wine y Wine Critics de gran nivel. Hoy, los y las profesionales nacionales elaboran 4.242.644 quintales del “Messi de los vinos argentinos” y cubre una superficie de 46.565 hectáreas. Es galardonado y reconocido como símbolo del país y único en su clase, además de llevarse el puesto al más cultivado, producido y distribuido en todo el territorio. “Hemos pasado situaciones duras, otras muy buenas. Hoy vivimos algo espectacular”, celebró el 10 a un par de pasos de su último objetivo, la ansiada final del Mundial en Qatar. El 18 de diciembre de 2022, luego de un interminable partido contra Francia lleno de goles, sudor y cánticos de “¡Muchachos, ahora nos volvimo’ a ilusionar!”, la Selección Argentina se llevó a casa la tercera estrella. Con una capa negra y dorada digna de un rey, Lionel y su equipo festejaron su triunfo ante casi 90.000 espectadores del Estadio de Lusail. Hoy, Messi y el Malbec Argentino son reconocidos internacionalmente como emblemas, líderes, vencedores. Luego de años de maduración, trabajo y esfuerzo, estas estrellas argentinas nos consagraron como ganadores del fútbol y del vino. Messi ya levantó su copa: en este 17 de abril, nosotros alzamos la nuestra para un brindis digno de campeones. 17/04/2023 fuente